Cuando nos encontramos ante la situación de tener que celebrar el contrato eléctrico, uno de los aspectos más importantes que se deben concretar es la selección de la potencia eléctrica óptima para el inmueble, pues al fin y al cabo, una correcta selección ayudará a cubrir las necesidades energéticas de manera correcta sin la necesidad de pagar un sobrecoste por ella.

En esta entrada trataremos el concepto de potencia, las modalidades de cálculo que existen, los factores que ayudan con la selección de la potencia e indicaremos el procedimiento a realizar en caso de querer cambiar la potencia contratada en un inmueble.

Término de potencia, ¿Qué es?

Se podría definir como la cantidad máxima de energía que se puede consumir en una instalación en un momento dado, medida en kilovatios.

Este término de potencia, representa unos costes fijos en las mensualidades de luz, suponiendo un coste fijo en la factura, que se sumará al consumo efectuado de energía, por ejemplo, el precio que se ha de pagar por la potencia contratada de Endesa variará entre los 0,0036 y los 0,0944 euros por kilovatio y día, en función de la tarifa seleccionada.

Por este motivo, seleccionar la potencia adecuada a las necesidades nos ayudará a ahorrar sin que se produzcan fallos en el suministro eléctrico.

¿Cómo se puede estimar la potencia necesaria correctamente?

Para un correcto cálculo de la potencia necesaria se puede acudir a distintas vías:

• Que el cálculo de la potencia óptima lo realice un técnico de la comercializadora de energía.
• Ejecutar el cálculo de las demandas con una de las calculadoras virtuales existentes en las distintas webs.
• Calcular y estimar la demanda de manera manual, sumando  las demandas individuales de los aparatos electrónicos presentes y teniendo en cuenta su posible uso parejo.

Desde Selectra, la recomendación es que estos cálculos los haga un profesional, pues hará estimaciones más precisas que un usuario medio.

¿Qué tipos de potencia diferentes existen?

Nos podemos encontrar ante dos tipos diferentes de fuentes de alimentación, que varían en función del tipo de instalación existente, en el siguiente esquema se aprecian las distinciones entre ambas instalaciones.

La diferencia elemental que existe entre estas instalaciones reside en que las instalaciones monofásicas solamente cuentan con un único circuito para la totalidad del inmueble, por el contrario, las instalaciones denominadas trifásicas presentan tres circuitos para la vivienda, por esto las instalaciones trifásicas demandan mayores cantidades de energía para su funcionamiento.

¿Cómo saber qué tipo de instalación presenta mi vivienda?

El tipo de instalación de un inmueble viene reflejada en el Boletín de Instalaciones Eléctricas, como norma general, lo más común es que los inmuebles en nuestro país cuenten con instalaciones monofásicas, quedando las instalaciones trifásicas destinadas para viviendas de gran tamaño o con mayores demandas de energía.

¿Cómo seleccionar la potencia eléctrica óptima?

Entre los marcadores de las necesidades energéticas de una vivienda destacan:

• El número de personas residentes de la vivienda de forma habitual, cuanto mayor número de personas, mayores serán las demandas de energía presentadas.
• Superficie en m2 totales de la casa, a mayores dimensiones, mayores necesidades.
• Electrodomésticos y su eficiencia energética, pues su consumo y su posible uso simultáneo, marcarán la potencia necesitada.
• La presencia de instalación de aire y de calefacción eléctrica, ya que estos aparatos demandan una gran cantidad de energía para su funcionamiento.

¿Se puede variar la potencia contratada?

Para poder solicitar el cambio de la potencia contratada en un inmueble, se deben aportar una serie de documentos, sumado a haber esperado al menos un año desde el último cambio de potencia o desde la celebración de ese contrato, para ello, se debe contactar con la comercializadora de la energía y proceder a solicitar el cambio de potencia, entregando para ello:

• Documentación y datos de contacto asociados al titular del contrato.
• Indicar cuál es la potencia actual y cuál será la potencia exacta que se desea, (Siempre se deben seleccionar valores que pueda soportar la instalación)
• El código CUPS; que es el código de la instalación.
• El número de cuenta asociado al titular, para la domiciliación bancaria de los cargos del contrato eléctrico.